Cuchulainn y la batalla de los bueyes de Cualinge

Cuchulainn, el llamado Aquiles irlandés, es uno de los mayores héroes de las epopeyas celtas de Irlanda. A los 17 años lucha él solo contra varios ejércitos de la reina Maeb, cuyo nombre tiene similitud con Mab, la reina de las hadas. En la batalla de los bueyes de Cualinge defiende el Ulster contra el ejército de Connacht y sobrevive. El nombre en gaélico de la batalla es Tain bo Cuailnge. El propósito de la reina Maeb era robar el toro Donn Cuailnge y Cuchulainn, descuidando la frontera de la cual debia ser guardián, permite por el fallo que el ejército de Connacht se apodere del Ulster. Debido a que los guerreros del Ulster se encuentran bajo un hechizo mágico que les impide luchar, Cuchulainn es el único que queda para defender el reino, y por ello se presenta él solo ante los de Connacht, librando un combate que dura meses, derrotando a los campeones más fuertes de la reina Maeb.

Antes de uno de esos dias de batalla interminable sin fin a que se ve obligado nuestro joven héroe, una mujer de bella apariencia se le acerca y le suplica su amor, diciendo que es la hija de un rey, sin embargo el orgulloso guerrero la rechaza. Esta mujer no resulta ser otra más que Mórrigan, la diosa de la muerte, los cuervos y las batallas, y, desairada por el rechazo, se transforma en varios animales distintos y ataca a Cuchulainn que precisamente estaba luchando contra Loch Mac Mofemis y que una por una, va derrotando a todas las formas de Mórrigan, que son una anguila, un lobo y una vaquilla. Tras la vergonzosa derrota, Mórrigan se manifiesta en la forma de una anciana ordeñando leche de una vaca y le ofrece beber a Cuchulainn, bendiciendo de esa manera a la diosa y quedando sanadas sus heridas.

Cuchulainn, herido y cansado, reposa, y en este intre hace acto de aparición el dios Lugh, que confiesa a Cuchulainn ser su padre y sana sus heridas por medio de sus dones divinos. Cuchulainn se queda dormido y al despertarse se entera de que el ejército de los guerreros del Ulster ha sido masacrado por los de Connacht, su furia es irrefrenable. Agarra su lanza y el resto de sus armas y se lanza corriendo hacia sus enemigos, matandolos. Por cientos. Sin parar y formando una colina llena de cadáveres amontonados unos sobre otros. Cuchulainn no cabe en sí del resentimiento, la tristeza y la sed de sangre y matanza. Fergus Mac Roy es enviado por la corte de Maeb para tratar de dar muerte a su hijo adoptivo, a Cuchulainn pero no es estúpido y sabe que no tiene la más mínima posibilidad de llegar a causarle el más mínimo rasguño al heroico defensor del Ulster,y por ello se rinde con la única condición de que permita a su hijo devolverle el favor en otra ocasión. Cuchulainn no se enfrentará a su padre adoptivo pero si contra su mejor amigo y hermano adoptivo Ferdiad durante tres dias en un titánico y épico duelo a muerte en el vado de Ath Fhir Dhiad, que lleva hoy el nombre del joven Ferdiad.

Finalmente los guerreros del Ulster van poco a poco rebelándose en contra de Cuchulainn, y la batalla final está por dar comienzo. Cuchulainn se dispone a enfrentarse a Fergus, sin embargo este cumple con lo cometido en su último encuentro y ordena a sus tropas retirarse del campo de batalla, lo que causa un revés para la reina Maeb, y no tiene más remedio que irse de allí con los suyos también. Ahora viene la parte graciosa, puesto que a Maeb le viene en ese instante tan desafortunado…… el periodo. Y Cuchulainn, en un alarde de amabilidad, le perdona tan inoportuno evento mensual femenino y se ofrece a acompañarla personalmente hasta Athlone, teniendo que retirarse a Connacht.