El Catenaccio del futbol italiano

El Catenaccio es una táctica de defensa creada en los primeros tiempos de los mundiales, como método defensivo que se basa en encerrarse atrás, usar un líbero y aprovechar la mínima oportunidad para anotar goles. Se dice de esta táctica que fué creada por el entrenador italiano Giuseppe Viani, sin embargo él tan solo fué el máximo exponente de esta vertiente futbolística, si bien fué el que verdaderamente impulsó el Catenaccio y lo hizo propio para Italia como sello personal de la selección de su país.

Antes que él, ya existian prototipos del Catenaccio en otros lugares, como Suiza, donde una victoria contra Inglaterra por la mínima gracias a la estrategia creada por su entrenador vienés, Karl Rappan, alcanzando de esa manera los cuartos de final en 1954. Existia una formación de 2-3-5 que Rappan cambió a 4-3-3, logrando de esa manera un férreo bloque que a la vez contrastaba con un ataque efectivo, y sobraba un jugador que acabaria siendo el líbero, un defensa que no solo podia defender, sino también subir y moverse en realidad por cualquier lugar del campo, siendo la base del Catenaccio.

Posteriormente Helenio Herrera implementó la revolucionaria táctica defensiva a equipos grandes y más competitivos, cuando hasta ese momento solo lo usaban equipos débiles que usaban el Catenaccio para defenderse de los más fuertes. Afirmó él mismo ser inventor de la táctica, aunque, y como hemos mencionado antes, fué Giuseppe Viani quien llevó el Catenaccio a ser el sello futbolístico del país con forma de bota, entrenador de la modesta Salernitana. Adoptó la idea de Rappan, haciendo al equipo cerrarse atrás para atraer el ataque rival y contraatacar con fuerza aprovechando la defensa debil del otro equipo. De esta manera, en el Calcio italiano, equipos pequeños podian medirse con los más fuertes de su liga

El siguiente en llevar el Catenaccio al próximo nivel fue Nereo Rocco, entrenador del Milano en los años 60, con los que gracias a la emblemática táctica italiana ganó dos copas de Europa. En el Triestina consiguió que tal equipo fuese subcampeón de Italia en la temporada 1947/48. Mas tarde, en el Milano, logró las dichas dos copas de Europa en 1963 y 1969. Nereo no practicó el Catenaccio en si, sin embargo exigia mucho a sus jugadores, y que se marcasen goles, llevando al Milano a anotar una veintena de goles más que la Roma, el equipo más goleador del momento. Nereo Rocco era un entrenador de miras directas y violentas, dispuesto a hacer lo que fuera por ganar. En un partido contra estudiantes de la plata por la intercontinental ordenó jugar lo más antideportivamente posible, pero mejor si era el balón lo que pateaban.

Sin embargo y pese a todo, es innegable el impacto de Helenio Herrera en el Catenaccio. Con Herrera, el movimiento era la subida constante del lateral izquierdo y mientras cuatro defensas se quedan atrás o apoyan según haga falta, por la derecha otro lateral atacante y en el centro otro jugador. Según Herrera, la clave era recuperar el balón, no defender a ultranza, y luego atacar frontalmente, ganando de ese modo varios títulos entre 1963 y 1966